miércoles, 4 de noviembre de 2009

EL MILITANTE (Por Roberto Surra - Mayo de 1984)

Él no está por interés comercial, él no se alquila. Él cumple, sencillamente cumple.

Él sabe lo que es volver de madrugada, llevando encima el popurri colorinche de cientos de gotas de pintura. A él al ...guna vez le dolieron las manos arrugadas de engrudo cuando el frío salió con él y se mantuvo firme a su lado a lo largo de alguna pegatina.

El volvió (y vuelve) casi siempre tarde, cuando los chicos duermen, cuando ella (su compañera, su esposa, su madre), lo está esperando con el plato de humilde guiso caliente y el beso reparador. Y él sabe también de a ratos lo que es comer solo, porque bueno... ya es demasiado tarde y no vale la pena, quedate en la cama que yo como y voy...

Él a veces regresa temprano, y los vecinos se asombran de verlo; lo miran y lo señalan con el dedo: "ahí va el peronista" y lo que va ahí, en realidad no es sólo el peronista, sino además, "El Militante".

Él habla de política en todas partes. Él es el que vende las rifas y el que invita a una peña. Él es el que convoca a una charla de doctrina, y el que a veces (digámoslo) hasta llega a aburrir, ya que el que no milita, no lo entiende, lo ve como un "personaje", aunque él en realidad él no quiera serlo.

El militante defiende al peronismo en todas partes, en todo momento. Sabe que tal o cual dirigente es un chanta, y lo afirma: En la Unidad Básica; en el Sindicato; cuando habla con otro peronista. Pero atención: en las reuniones familiares, por ejemplo, o en el colectivo, o en cualquier otro lugar donde un "contra" le critique a ese dirigente, saca la espada y pelea, pelea y lo defiende como si fuera un hermano, y lo hace porque de esa manera está defendiendo al peronismo, dado que al contra poco le importan nuestros dirigentes, lo que verdaderamente les duele es el peronismo.

El militante compra la tela, y por lo general es su madre, o su esposa, o su hermana quien hace la bandera. A él se le ocurren las consignas, es él el que llega con su orquesta bochinchera individual (bombo, garganta y corazón) y pone ritmo y color en cada acto peronista. Él mantiene viva la fuerza de nuestro movimiento, él organiza la misa por los caídos, los que fueron como él, y él sabe (¡si lo sabrá!) que quizá algún día, él, sea como ellos.

El militante es una mezcla de abeja y de juglar, que trabaja y trabaja, a veces en voz alta, a veces en silencio, narrando historias, organizando algo, arrimando su granito de arena a la gran construcción de nuestra Patria. Él todo lo hace por amor, quiere que su pibe se llame Juan Domingo (por amor al General). A su piba le puso María Eva (por amor a Ella), y sé de muchos que a la nena le pusieron María Eva Isabel, porque ésa es la síntesis del amor del General. Sí, el militante todo lo hace por amor y él sabe de la ingratitud. A él lo acusan: "Vos andás detrás de algo; "Dale, ¿en qué curro andás?". "¿Y, te acomodaste?". Y él no responde. Él sigue, ¡con bronca! Y a veces se enoja, ¡brama, putea! porque él no quiere nada "raro" es más, él "pierde" siempre, si de dinero se trata.

Es el que compra las rifas, paga el café, viaja, paga el colectivo, es el que pierde las horas extras, él es el que pone para "sacar el volante", para comprar negro humo, para las brochas, la cal, para pagar el local, y si alguien lo pecha, él saca y da. El militante es el arquetipo del voluntario. Todo lo da a cambio de la satisfacción del deber cumplido. Es como el hornero; canta y trabaja, construye y canta.

Cuando llame a su casa, recíbalo con alegría, cuando lo vea por la calle no pase indiferente. El militante necesita de su afecto, porque aunque él no especula nunca y aunque no lo demuestra, a veces se siente solo, como usted ¿vio? y si bien él ya sabe que usted lo quiere, además necesita un cachito de afecto, y que de vez en cuando, además de quererlo, usted, compañero, se lo diga...

viernes, 2 de octubre de 2009

RODOLFO WALSH


La palabra no será silenciada

Uno de los más importantes escritores. Y uno de los más maravillosos periodistas e investigadores. Pero sobre toda las cosas, uno de los que más se la jugaron por una patria grande. Que se la jugaron en serio. Que pusieron el cuerpo. Que pusieron la vida.

Rodolfo Walsh Walsh nació el 9 de enero de 1927 en Choele-Choel, en la provincia de Río Negro. En 1941 viajó a Buenos Aires para realizar sus estudios secundarios. Completados estos, comenzó a estudiar filosofía, pero abandonó la carrera

Su primer trabajo vinculado a la escritura fue a los 17 años como corrector en una editorial. En 1951 comenzó a trabajar en periodismo, en las revistas Leoplán y Vea y Lea. Y dos años después publicó su primer libro, Variaciones en Rojo, por el que ganó el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires.

Pero es Operación Masacre donde Rodolfo empieza a plasmar sus cualidades. El libro, publicado en 1957, revela los fusilamientos de civiles en José León Suarez, ocurridos en junio de 1956. Con Operación Masacre Rodolfo Walsh se anticipó en nueve años al Nuevo Periodismo, es decir, la aplicación de procedimientos propios del género novela al relato de hechos verdaderos.

Tanto en ese libro como en sus investigaciones posteriores (¿Quién mató a Rosendo?, sobre el asesinato de Rosendo García, y Caso Satanovsky), Walsh incorporó las técnicas de la investigación periodística y los procedimientos del género policial, como el uso del enigma y del suspenso, politizando sus estrategias centrales.

La Carta Abierta a la Junta Militar -hito en la historia del periodismo argentino- fue su última palabra pública, palabra que no pudo ser silenciada.

Esta cronología podría concluir con que el 25 de marzo de 1977 –un día después de haber publicado La Carta, Rodolfo Walsh fue asesinado por la última dictadura militar que sufrió nuestro país. Pero, preferimos despedirlo con palabras de otro maravilloso escritor, Osvaldo Bayer. Rodolfo Walsh no existe. Es sólo un personaje de ficción. El mejor personaje de la literatura argentina. Apenas un detective de una novela policial para pobres. Que no va a morir nunca”.

Toda la obra de Rodolfo Walsh

- Diez cuentos policiales (1953)

- Variaciones en rojo (1953)

- Antología del cuento extraño (1956)

- Operación Masacre (1957)

- La granada (1965, teatro)

- La batalla (1965, teatro)

- Los oficios terrestres (1965)

- Un kilo de oro (1967)

- ¿Quién mató a Rosendo? (1969)

- Un oscuro día de justicia (1973)

- El caso Satanovsky (1973)

- Los oficios terrestres (1986)

- Cuento para tahúres y otros relatos policiales (1987)

- Ese hombre y otros papeles personales (1995)

- El violento oficio de escribir. Obra periodística (1955-1977) (2008)

- Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar el muerto)

- Asesinato a Distancia

Homenaje de Hebe

La Presidenta de la Asociación Madres de Plaza, Hebe de Bonafini, participó del debate de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el Congreso y recordó a los periodistas desaparecidos durante la última dictadura militar.

“Aquellos periodistas maravillosos que se animaron a decir fueron secuestrados y corrieron la misma suerte que nuestros hijos. 156 hombres que no se callaron. Y por no callar no aparecieron. Desde acá, desde este lugar, debemos reivindicarlos”.

Luego de su emotivo discurso, la Madre de Plaza de Mayo habló con los medios públicos y dijo que “cuando salga la nueva ley tendríamos que dedicársela a los 156 periodistas desaparecidos que por no someterse a los medios de mierda dieron su vida por esta patria que todos queremos”.

Y recordó a uno de ellos: “A Rodolfo Walsh la carta le costo la vida. Me olvidé de mencionarlo (en la audiencia en el Congreso)”.

jueves, 1 de octubre de 2009

Inauguración

A 32 años de la desaparición de Rodolfo Walsh, inauguramos la biblioteca popular Rodolfo Walsh, en reconocimiento a su lucha, militancia y compromiso con las causas populares.